Biografía del Fundador

Luis María Bettendorff nació el 12 de febrero de 1931 en Gualeguaychú, provincia de Entre Ríos. Desde joven, mostró una fuerte inclinación por el deporte, especialmente por el fútbol. Inició su carrera profesional como marino en 1950, donde conoció a María Venencio, con quien más tarde formaría una familia. Juntos tuvieron tres hijos: Luis Roberto, Juan Alberto y Néstor Gustavo, a quienes siempre motivó a estudiar y esforzarse para alcanzar sus metas.
Tras su retiro de la Marina, Luis se unió al Club Independiente, donde comenzó a trabajar como dirigente del fútbol infantil. A lo largo de su trayectoria en el club, ocupó diversos cargos, destacándose como tesorero y posteriormente presidente, roles desde los cuales contribuyó significativamente al crecimiento y desarrollo de la institución.
Su apasionada dedicación al deporte lo llevó, en 1994, a presentar un anteproyecto para la creación de una escuela de educación primaria con orientación deportiva. Esta escuela inició su actividad en 1995, comenzando con nivel inicial en las instalaciones del club, y tenía como objetivo promover y fomentar la actividad deportiva entre los niños, así como ofrecer un espacio que integrara actividades culturales. Luis supo elegir y rodearse de personas que lo apoyaron en la concreción de este ambicioso proyecto, y sobre todo, se destacó por su habilidad para elegir y preparar a sus sucesores, asegurando la continuidad y el éxito de la iniciativa a largo plazo.
A medida que la escuela creció, surgieron nuevas necesidades que requerían un sustento económico, lo que llevó a que se demandaran tanto bienes como recursos financieros personales. A pesar de las dificultades, Luis siempre se mantuvo firme bajo su lema: “todo se hace a pulmón”.
Cinco días después de recibir la grata noticia de que la escuela proyectada dentro del Club Independiente llevaría su nombre, Luis María Bettendorff falleció en nuestra ciudad el 23 de diciembre de 2004. Su partida ocurrió en el marco del festejo anual del deporte y la familia en el club que tanto amaba, un lugar donde construyó sueños y compartió momentos inolvidables. Su legado sigue vivo en el corazón de aquellos que lo conocieron, recordado con cariño y admiración por todos quienes se beneficiaron de su amor por la educación y el deporte.